-Ansioso un higo comía
—cuenta a Gil el viejo Arbelo
-; y ¡tris! saltó un diente al suelo,
de sólo tres que tenía.
—Es bien raro este accidente
Estando maduro el higo.
- aquél contestóle:
—Amigo, más maduro estaba el diente.
Francisco Acuña de Figueroa
Esta lindo este cuento pero no esta tan largo aci que es facil de leer para todos estos dias de quedarse en casa con la situacion de covid 19
Recuerdo con mucha nostalgia narrándomelo a mi padre