¿Has visto alguna vez un cuadrado mágico? En algunas épocas, la gente concedía toda clase de significados a los cuadrados mágicos. Aunque, naturalmente, no tienen nada de mágicos. No son más que números dispuestos de manera especial.
A la izquierda tienes un cuadrado mágico inventado por un chino hace miles de años. Sumando tres números cruzados, seguidos o en diagonal, siempre obtendrás el mismo resultado. Prueba y verás.
Abajo hay un cuadrado mágico diferente. Escoge cualquier número: por ejemplo, el 5. Tacha o tapa todos los números de encima y de debajo de él, y los de su izquierda y derecha.
Escoge ahora cualquiera de los números que quedan: por ejemplo, el 9 Tacha ahora los números de encima, debajo, izquierda y derecha del 9. Ahora sólo quedan tres números: el 1, el 5 y el 9. Súmalos y te darán un total de 15. Cualquiera que sea el número que escojas para empezar, siempre acabarás con tres números que suman 15. Inténtalo y verás.
El cuadrado mágico de la parte de arriba de esta página lo inventó el famoso pintor alemán Durero. No es más que una pequeña parte de un cuadro grande. Pero este cuadrado mágico es más maravilloso que los demás. Como en todos los cuadrados mágicos, puedes sumar los números cruzados, de arriba abajo o en diagonal, y el resultado es el mismo: en este caso, el 34. Pero esto es sólo el principio.
Mira algunos otros modos de obtener el 34.
Los números de las cuatro esquinas suman 34. Los cuatro números del centro, 34. Los dos números del medio de la fila de arriba, 3 y 2, y los dos números del medio de la fila de abajo, 15 y 14, suman 34. Los dos números del medio de la primera columna (5 y 9) y los dos del medio de la última columna (8 y 12) suman 34. Y los cuatro números de cada cuarta parte —como 16, 3, 5 y 10—, 34.
¿Por qué escogió Durero el número 34? Hizo el grabado cuando tenía 43 años, en 1541. Fíjate en esa fecha. Resta 1 de 5 y tendrás 4. Resta 1 de 4 y tendrás 3. Has obtenido el número, que es el mismo de su edad. Invierte ahora el 43 y tendrás ¡el 34!
