Cuando era pequeño no podía andar ni coger nada. Al crecer fui aprendiendo a usar mis manos y mis brazos, mis piernas y mis pies.
Ahora uso mis piernas para muchas cosas. Puedo saltar, correr, andar y escalar. Mis piernas se mueven porque tienen articulaciones que se parecen mucho a los goznes de una puerta. Si mis piernas no tuvieran la articulación de la rodilla, ya no podría andar bien. Ahora voy a probar de mantener las piernas estiradas y veré si puedo sentarme y ponerme en pie.
Mis brazos también tienen articulaciones. Uso mis brazos para levantar objetos, empujar, estirar y muchas cosas más. Pero si pongo los brazos rígidos, como si no tuviera la articulación del codo, no puedo ni comer.
Mis manos son muy útiles. Empleo los dedos para coger cosas y aguantarlas. Si no uso mi dedo pulgar, mis manos ya no funcionan tan bien.
Los monos tienen los dedos de los pies iguales que los de las manos. Por eso pueden usar sus pies como si fueran manos para subir a los árboles o coger cosas. Los dedos de mis pies no sirven para coger cosas ni para subir a los árboles. Pero me sirven para andar y correr.
