
Cuando era niño, recuerdo que sentía que la enciclopedia iba creciendo junto a mi y mis hermanas, y que ya en este punto, me enfrentaba a un libro de grandes. Tuve siempre el respeto de mantenerlo allí aguardando a que mi propio crecimiento me hiciera «merecedor» de sus páginas. Sin embargo, nunca pude resistirme a ojear sus páginas y encontrar en ellas respuestas a las preguntas que tenía acumuladas a partir de series y películas extranjeras, ya que en mi país la cultura, desarrollo tecnológico de la época diferían bastante de muchas de las cosas que «Qué hace la gente» explicaba con aparente sencillez.
Por lo demás, aquí tenemos uno de los libros con mayor cantidad de fotografías a colores y descripciones detalladas que hemos visto hasta ahora en la colección.
Manuel