Viene a recogernos un autobús verde,
un autobús verde que nunca se pierde:
conoce las calles, conoce las casas,
todos los rincones, toda la ciudad.
Sabe dónde vives o por dónde pasas
y regula siempre su velocidad.
¡Luz roja! El brillante autobús se para.
¡ Luz verde! Prosigue su marcha.
Y es rara la vez que no hallemos cosas muy de ver,
pues nos lleva como por cien paraísos, nuestro autobús verde,
que tiene dos pisos, y nunca se cansa de andar y correr.