Trenes

Canción del tren

La veloz locomotora,

cual relámpago de hierro

que se tizna, que se dora,

los kilómetros devora

y arrogante y aulladora

cruza el llano y sube al cerro.

De humo blanco empenachada

—negro el hierro, de oro el horno

—, por un túnel enhebrada,

ya tiznada, ya dorada,

con frenética pitada

va anunciándose al contorno.

De los cerros escapada

con zancadas de gigante

va la máquina lanzada

sobre un puente trepidante.

Ante el horno llameante

la silueta del foguista,

por el fuego perfilada,

ya se tizna, ya se dora.

Y en su puesto el maquinista

con mirada vigilante

los peligros avizora.

Vencedora y resonante,

ya dorada, ya tiznada,

allá va desenfrenada

la veloz locomotora…

Germán Berdiales

 

 

 

Trenes

Tren del día, detenido

frente al cardo de la vía.    

—Cantinera, niña mía,

se me queda el corazón

en tu vaso de agua fría.

Tren de noche, detenido

frente al sable azul del río.

—Pescador, barquero mío,

se me queda el corazón

en tu barco negro y frío.

Rafael Alberti

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jose luis

el autor german ese poema o lo que sea pues mequede y yo pensaba que me iba aquedar atrasada no por que gracias por que usted hizo apareciera en el computador mil gracias

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