Cuenta una vieja leyenda que el demonio ofreció su ayuda para edificar una catedral en Alemania. Esta catedral fue construida por un gran emperador llamado Carlomagno. El demonio prometió ayudar a los hombres del rey a condición de que, una vez terminada la catedral, le fuera dado el primero que entrara por sus puertas. Los hombres aceptaron el trato, pero ya habían planeado engañarle.
El demonio y los hombres trabajaron intensamente durante mucho tiempo.
Por fin, terminaron la gran catedral y el demonio se quedó dentro de ella para reclamar al primero que entrara.
¿Quién sería el infortunado?
Cuando se abrieron las puertas entró… un lobo. ¡Los hombres del rey habían engañado al demonio!
Al morir, Carlomagno fue enterrado en la catedral.
No debes creer esta leyenda del demonio y el lobo. Pero, si vas a la ciudad de Aquisgrán, en Alemania, puedes ver esa catedral y en su interior la estatua de un lobo.
Catedral de Aquisgrán, en Alemania.
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