| Tapetes de cuerda
Materiales:
cuerda de tender ropa • tijeras
laca • almidón • colores de gouache
papel encerado • un alfiler
Pide a tu madre que te ayude a hacer almidón espeso. Mientras el almidón se enfría, extiende un trozo de papel encerado para trabajar encima.
Corta un trozo de cuerda de tender que tenga irnos dos metros de largo.
Mientras el almidón está tibio, sumerge en él la cuerda.
Encima del papel encerado, ve enroscando la cuerda almidonada hasta hacer un rollo plano.
Una vez enrollada la cuerda, sujeta el extremo final con el alfiler.
Cuando esté bien seca, sepárala del papel encerado. Ya tienes el tapete. Puedes quitar el alfiler y poner en su lugar un poco de cinta adhesiva.
Decora el tapete con colores de gouache y cubre ambos lados con una capa de laca.
Esta laca servirá para que los platos calientes o húmedos no estropeen o ensucien los dibujos.
| Tapetes de harpillera
Materiales:
Corta la harpillera en trozos del tamaño de un tapete de mesa, sumérgelos en almidón y déjalos secar.
Pinta dibujos en los tapetes. Al pintar sobre harpillera, no mezcles agua con la pintura de gouache.
Cuando los colores ya estén secos, cubre cada tapete con una capa de laca. Si quieres hacer un fleco en los lados del tapete, desenhebra algunos hilos.
Tapetes de papel encerado
Materiales:
Corta dos trozos de papel encerado tan largos como uno de tus brazos.
Recorta círculos, cuadrados y otras figuras en los papeles de colores. Coloca estos recortes entre dos hojas de papel encerado.
Pide a tu madre que te ayude a prensar el papel encerado con una plancha templada. El calor pegará las dos hojas con los recortes en medio. Perfecciona el tapete recortando los bordes.
También puedes hacer dibujos en una hoja de papel blanco y dejarla entre las dos hojas de papel encerado. En este caso, procura que el papel blanco sea más pequeño que las hojas enceradas.
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