El teatro es una diversión, tanto para los que representan la obra, como para los espectadores. Después de ensayar una o dos veces, ya estaréis preparados para actuar en público.
El argumento
Tú mismo puedes idear una historia. También tenéis el recurso de interpretar vuestro cuento favorito, una historieta cómica, un espectáculo visto en la televisión o algún cuento de vuestros discos.
Los actores
Cualquiera es capaz de tener un papel en el espectáculo.
Debéis esforzaros en hablar claramente para que el público os escuche sin dificultad. Aseguraos de que conocéis bien el argumento y los diálogos, con objeto de no vacilar después.
El escenario
El escenario puede ser un porche, un sótano, parte de una habitación o el patio trasero de la casa. Conviene que los actores tengan una puerta para entrar y salir al escenario. Emplead tan sólo los decorados suficientes para indicar al público dónde transcurre la historia.
El decorado
Pintad el decorado en trozos de papel de embalar y colgadlos al fondo del escenario. También podéis usar mesas y sillas.
Los trajes
No necesitáis confeccionar disfraces especiales. Tenéis bastante con el tipo de sombrero o capa o, simplemente, el bastón o el bolso adecuados, para que el público pueda imaginarse el resto del traje.
Efectos sonoros
Los efectos sonoros incrementan el impacto de un espectáculo. Procurad que alguien se encargue de ellos durante la representación. He aquí algunos de esos efectos: agitar piedrecillas en una caja de puros simula el sonido de la lluvia; batir un tambor hace el efecto de los truenos; estrujando una bolsa de celofán se imitan los pasos sobre la nieve; tamborilear con las manos sobre una mesa produce un sonido análogo al de los cascos del caballo cuando galopa, etc.