Hay una forma especial que utilizan ciertos artistas cuando pintan un cuadro, y también algunos arquitectos cuando trazan los planos de un edificio.
La llaman el rectángulo áureo, es decir, de oro. Naturalmente, ese rectángulo no es llamado áureo por su color. Sin duda, los artistas lo denominan así porque para ellos su forma es tan valiosa como el oro.
Se puede ver la forma del rectángulo áureo en muchos cuadros y edificios.
¿Cómo se forma el rectángulo áureo? Traza un cuadrado y divídelo en dos mediante una línea que pase por el centro. Pon la aguja de un compás en el punto A. Dibuja parte de una circunferencia, de B a C.
Prolonga la línea inferior del cuadrado hasta C, y después la superior hasta que ambas tengan la misma longitud. Une con una recta la línea superior y la inferior, y ya tienes el rectángulo áureo.
Lo puedes utilizar para “poner juntos”, es decir, para componer tus cuadros o tus dibujos.