La idea de unificar el sistema francés se remonta al emperador Carlomagno, que vivió nada menos que en el siglo IX, pero no se logró hasta que la Asamblea Nacional francesa tomó un acuerdo al respecto en 1790.
Un grupo de científicos fue requerido para elaborar un nuevo sistema, que no sólo habría de mejorar los sistemas franceses, sino cualesquiera otros en uso. Los científicos decidieron dividir la distancia entre el Polo Norte y el ecuador en diez millones de partes. Una de esas partes fue instituida unidad de longitud, y se llamó metro.
Salvo los países de lengua inglesa, la mayoría de las naciones adoptó el sistema métrico. En España, por acuerdo de las Cortes, entró en vigor el 1 de enero de 1850.
En 1875 se reunieron en París representantes de varios países, entre ellos España, Argentina, Brasil y Venezuela, para, fundar y sostener una Oficina Internacional de Pesas y Medidas, donde un grupo de científicos se encargara permanentemente de conservar, comprobar y comparar las medidas patrón del sistema métrico decimal.
Un metro es algo más largo que cinco libros
como éste tumbados uno al lado de otro. El término metro procede de una palabra griega que significa “medida”. Y de ahí le vino el nombre al nuevo sistema, llamado métrico.
Las unidades básicas de peso y capacidad se establecieron usando el metro como estándar o patrón. La unidad básica para medir peso es el gramo. Este nombre viene de una palabra que significa “peso pequeño”. Y un gramo es un peso pequeño, pues hacen falta mil para hacer un kilogramo.
La unidad básica para medir la capacidad o la cantidad que cabe en un recipiente es el litro. Litro viene de una antigua medida griega de peso que equivalía a algo más de 300
gramos. En otro sistema de pesas y medidas, hay que recordar gran cantidad de nombres y números diferentes, pero en el sistema métrico no hay más que unos cuantos nombres. Y, en realidad, no se usa más que un número: ¡el diez!
Todas las unidades del sistema métrico se basan en el diez. Es decir, que de los metros, gramos y litros se obtienen unidades mayores o más pequeñas con sólo multiplicarlos o dividirlos por diez. Este cambio se señala mediante un prefijo. Los prefijos son:
Por ejemplo, un decámetro mide 10 metros, mientras que un decímetro sólo mide 1/10 metros.
Si vivieras en Gran Bretaña, Estados Unidos o cualquier otro país de lengua inglesa, las cosas se te pondrían más difíciles. Por ejemplo, para determinar a cuántos pies equivalen 37 millas, primero deberías recordar que una milla tiene 5.280 pies. Luego, habría que multiplicar 5.280 por 37, para obtener 195.360. ¡Vaya trabajo! En cambio, para saber cuántos metros hay en 37 kilómetros, basta con añadir tres ceros, pues cada kilómetro tiene mil metros: el resultado sería 37.000.
¿Ves qué fácil es resolver las cosas con el sistema métrico ?
Y para facilitar aún más las cosas, en el sistema métrico se usan, en realidad, muy pocas unidades de medida. Por ejemplo, para medir longitud o distancia generalmente no se usan más que cuatro unidades, que son: milímetros, centímetros, metros y kilómetros.
Un milímetro (una milésima de metro) no mide más que esto -. Es útil para medir cosas muy pequeñas. Algunas cámaras de cine utilizan una película que se mide en milímetros.
Un centímetro (una centésima de metro)
mide esto -. Es útil para medir un libro o
un lápiz.
Los metros se usan para medir cualquier cosa, desde la longitud del esqueleto fósil de un dinosaurio, hasta la altura de una montaña.
Los kilómetros, que miden mil metros, se
utilizan para medir distancias largas entre ciudades, o la distancia entre la Tierra y la Luna.
Para medir pesos, las únicas unidades que generalmente se usan son los gramos y los kilogramos. El peso de un caramelo se mide en gramos; el de una persona, en kilogramos.
Las únicas unidades usadas generalmente para medir la capacidad o cantidad de alguna cosa, son los litros. Un cartón de leche puede contener uno, dos o tres litros.
Una vez que conoces el sistema métrico, su uso es muy fácil, mucho más fácil que el complicado sistema inglés. El sistema métrico es el mejor sistema para medir las cosas que se ha inventado hasta ahora. Quizá sea, incluso, el mejor sistema que se puede inventar.