Si piensas en el tres como tres puntos, puedes representarlo como un triángulo. Un triángulo es una figura con tres lados y tres ángulos o esquinas. Así es como los antiguos griegos veían el tres.
Los griegos contaban el tres, no el uno, como el primer impar. Un número impar es el que no puede dividirse en partes iguales. Si divides el tres obtendrás un uno y un dos. Los griegos veían al tres y todos los demás números impares como números “masculinos”. Todos los números pares eran “femeninos”.
Para muchos pueblos de la antigüedad, el tres era un número mágico. Correspondía a las
tres partes de la vida: comienzo, mitad y final.
Correspondía también a los tres «reinos» de la Tierra: animal, vegetal y mineral. Y los magos
y las brujas trabajaban generalmente en grupos
de tres cuando lanzaban sus conjuros mágicos.
Se dice que el color del tres es el amarillo.
Y en astrología, pertenece al signo de Géminis o los Gemelos.