Los egipcios usaban dibujos de cosas para representar sus números. Los griegos recurrían a las letras de su alfabeto. Los romanos optaron por figuras parecidas a dedos y a manos. Pero ¿ de dónde provienen nuestros números? ¿De dónde sacamos nuestro rizado 2 y nuestro redondeado 8 ?
Los números que nosotros utilizamos los inventaron los hindúes en la India, hace unos dos mil años. De la mayoría de los números ignoramos a qué se debe su forma, pero podemos intentar adivinarlo respecto al 1, el 2 y el 3. Muy probablemente el número 1 representa un dedo, como en muchos otros
sistemas numéricos. El 2 probablemente consistiera al principio en dos líneas rectas que, más tarde, se unieron. Y el número tres puede haberse originado a partir de tres líneas rectas que también acabaron por unirse. En cuanto a los demás números, sencillamente no sabemos de dónde provienen.
Los números hindúes fueron adoptados por los árabes. Hace 1.300 anos, cuando los árabes conquistaron España, trajeron consigo estos números, que por eso se llamaron arábigos.
En aquella época, las gentes de Europa usaban los números romanos, y continuaron usándolos varios cientos de años. Cuando tenían que hacer operaciones aritméticas, se servían de un ábaco. El ábaco se puede utilizar sin importar el sistema numérico.
Para la aritmética escrita, sin embargo, el sistema numérico puede representar una gran diferencia. No es excesivamente difícil sumar y restar con números romanos, pero resultan engorrosos para la multiplicación y la división. Y esto es debido a que no tienen valor fijo los lugares que ocupan. En cambio, en el sistema arábigo, el lugar en los números tiene valor. Y esto facilita muchísimo la resolución de problemas escritos.
Gradualmente, los matemáticos europeos fueron adoptando los números árabes. Pero hasta la aparición de los primeros libros impresos no se generalizó el conocimiento de tales números.
Nuestros números no siempre fueron como son ahora. Así eran hace unos mil años:
