Si las células se dividen y forman otras sin cesar, ¿por qué no crezco sin parar ?
¡Esto no puede ser! Una razón es que aunque siempre se forman nuevas células, otras enferman y mueren. Existe otra razón más importante para que no crezca sin parar.
En mi cuerpo hay unos pequeños órganos, llamados glándulas. Las glándulas fabrican las sustancias que mi cuerpo necesita. Tengo glándulas lacrimales, sebáceas, sudoríparas, glándulas que me ayudan a digerir los alimentos, glándulas que me protegen de las enfermedades. Y tengo otras que intervienen en mi crecimiento.
La glándula pituitaria o hipófisis dirige a todas las demás. Las gobierna de forma que todas trabajen de un modo coordinado. Esas glándulas secretan productos que me hacen crecer o parar de crecer.
Algún día, cuando esté cerca de los veinte años de edad, mis glándulas harán que mi cuerpo deje de crecer. A partir de entonces siempre estaré igual.
Cuando haya crecido del todo, mis piernas serán unas cinco veces más largas que al nacer. Mis brazos serán unas cuatro veces más largos que cuando nací. Mi cabeza habrá crecido unas dos veces más.
¿Qué estatura tendré? ¡La mía!