En el mar hay muchas cosas que van flotando. Puedes encontrar un coco, un barril vacío o la rama retorcida de un árbol que las olas han traído de una isla lejana.
Puedes encontrar una gorra de marino, una balsa abandonada o una vieja silla de mimbre.
Y puedes también encontrar la carga de un barco naufragado. Si alguna vez encuentras en el mar parte de la carga de un buque naufragado, ten en cuenta que no te pertenece a ti sino al dueño del buque.
Si pasa un año sin que reclamen, entonces ya la puedes considerar como propia.
Si se tratase de algún objeto de valor y lo devolvieses a su dueño, no cabe duda que pagaría generosamente tu honradez.
