Si tienes una brújula no necesitas esperar que salga el Sol para saber dónde está el norte.
Una brújula es una aguja imanada que gira libremente sobre un eje.
Uno de los extremos de la aguja, pintado generalmente de rojo, señala siempre hacia el norte.
Si haces coincidir este extremo con la letra N sabrás dónde están los otros puntos cardinales.
Tú puedes construirte con facilidad una brújula.
Necesitas un tapón de corcho, una aguja de coser y un imán.
Frota unas cuantas veces la aguja con el imán.
Frota siempre de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, pero no a uno y otro lado.
Haz flotar el corcho en un recipiente de agua.
Pon cuidadosamente la aguja sobre el corcho que flota. La aguja irá girando y finalmente se quedará quieta.
La aguja estará señalando la dirección norte-sur.