Cuando comes algo,
te comes un poco de luz del sol.
La luz del sol lleva energía.
Las plantas almacenan energía de la luz del sol
y la usan a medida que van creciendo.
Cuando los animales comen plantas,
almacenan en sus cuerpos
la energía de la luz del sol.
Cuando comemos plantas o animales,
comemos la energía del sol
que ellos habían almacenado.
Cuando te sientas frente a un fuego de carbón,
es como si te tendieras al sol
que se halla almacenado en el carbón.
Las llamas que ves y el calor que sientes
no son más que la energía del sol
que sale del carbón.
Hace millones de años muchas plantas,
tras haber almacenado la energía solar,
murieron.
Enterradas bajo tierra,
estas plantas, con la energía que almacenaron,
se convirtieron en carbón.