Hace muchos años, algunos creían que la Luna era un disco. Otros pensaban que no era más que una luz en el cielo.
Cuando se inventaron los telescopios,
los hombres vieron que la Luna era, realmente, otro mundo.
Se preguntaban cómo sería. Soñaban en visitarla.
El 20 de julio de 1969 este sueño se hizo realidad.
Dos astronautas norteamericanos pusieron los pies en la Luna. Sus nombres son Neil Armstrong y Edwin Aldrin.
Lo primero que descubrieron fue que la Luna está cubierta de una capa de polvo tan espesa que sus pies dejaban huellas allí donde pisaban.
Estas fueron las primeras huellas grabadas en la Luna.
Y allí pueden quedar para siempre, pues en la Luna no hay viento ni lluvia que las borre.
Los astronautas Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin E. Aldrin, tripulantes del primer viaje humano a la Luna.
Los primeros astronautas que llegaron a la Luna colocaron aparatos en su superficie. Estos aparatos ayudan a los científicos de la Tierra a saber más cosas sobre la Luna. |
Los dos astronautas pasearon por la Luna durante cuatro horas. Recogieron rocas y polvo lunar para que los estudiaran los científicos de la Tierra. Colocaron aparatos para ayudar a descubrir cosas que los científicos querían saber.
Después, regresaron al vehículo que los había llevado a la Luna.
Al día siguiente abandonaron la superficie de la Luna, se reunieron con Michael Collins que los estaba esperando en la nave espacial dando vueltas a la Luna, y comenzaron el largo viaje de regreso a la Tierra.