Los licaones, carnívoros africanos parecidos a los perros, cazan colectivamente. Cuando varios licaones quieren cazar una cebra para comérsela y alimentar a sus crías actúan conjuntamente. Persiguen y acosan a la cebra hasta darle muerte. Los licaones corren todo lo que pueden para dar alcance a su presa. Y las cebras corren también todo lo que pueden a fin de escapar con vida. Es la carrera por la propia existencia.
Cebras y licaones corren por su vida. Los licaones deben cazar la cebra para poder comer. Y la cebra debe escapar para seguir viviendo. Si los licaones son lentos o viejos, la cebra puede escapar. Pero si los licaones son jóvenes y rápidos, probablemente atraparán a la cebra y la matarán para comérsela.
Los animales que consiguen su alimento cazando otros animales son rápidos corredores. Un hombre nunca podría ganar una carrera con ellos. Los zorros y los lobos son dos veces más rápidos que el hombre. El guepardo corre tres veces más que el hombre. Es el más rápido de los animales.
Los animales que sirven de comida a los leones, zorros y demás cazadores son también animales corredores. Las gacelas corren más que los caballos de carreras. Las liebres y las cebras son casi tan rápidas como las gacelas. Las mismas jirafas, que parecen tan lentas, corren más que el hombre.
Los leones, leopardos y guepardos cazan antílopes, ñus y cebras. Los lobos cazan ciervos y alces. Los coyotes y zorros cazan conejos. El animal cazador corre para poder comer. El animal perseguido corre para que no se lo coman. El que gana la carrera es el que sigue vivo.
Licaones persiguiendo una manada de cebras