¿No sería realmente divertido vivir en los bosques? Por esta razón, muchos silvicultores y guardas forestales han elegido la profesión que tienen.
Hay dos clases de silvicultores y de guardas forestales. Unos trabajan para un Gobierno. Su trabajo consiste en cuidar de los bosques y los parques nacionales, de forma que siempre estén en condiciones para que las personas puedan acampar, cazar o pescar en ellos.
Otros trabajan en bosques pertenecientes a empresas que comercian con la madera. Su trabajo consiste en procurar que siempre haya muchos árboles de los que se puedan obtener mesas, sillas, puertas, raquetas y otros productos de madera.
Las dos clases de silvicultores hacen la misma clase de trabajo. Protegen a los árboles de los insectos, animales y enfermedades que puedan acecharles. Cortan los árboles viejos y plantan otros. Ayudan a los árboles a producir semillas.
Uno de los trabajos más importantes de un guarda forestal es proteger al bosque contra el fuego, ya que éste puede destruir por completo un bosque. Muchas veces, los guardas pasan días enteros en una estación de vigilancia, situada en lo alto de una montaña. Desde ahí descubren el humo, indicio de que empieza un fuego. Entonces, el silvicultor dirigirá la acción de los hombres que lucharán contra el fuego, ¡el terrible enemigo del bosque!
Silvicultor en su trabajo |
Este silvicultor introduce polen en los conos de un abeto oloroso para que nazcan nuevas semillas. |