La corteza es la piel muerta de los árboles.
Es áspera y dura. Protege la parte tierna del árbol, que es su interior.
El tronco de un árbol crece desde dentro hacia fuera. Cada año se forma una nueva capa de madera tierna alrededor del tronco, pero dentro de la corteza. Así, el tronco se hace más grueso. La vieja y dura corteza no puede extenderse. Entonces se agrieta, se raja y se transforma en polvo para dejar sitio a la madera nueva. Esta es la razón de que la corteza de los árboles sea siempre áspera y esté abollada y agrietada.
Cuando se forma una nueva capa de madera, su exterior se transforma en corteza. Los árboles producen constantemente corteza nueva y se deshacen de la vieja.
Algunos árboles, como las hayas, tienen la corteza suave. Estos árboles crecen tan lentamente que su corteza vieja no está nunca apretada ni se resquebraja. Se vuelve polvo lentamente.
Corteza nueva y vieja
La corteza crece hacia fuera. A medida que se forma la corteza nueva, la corteza vieja del exterior se resquebraja y cae.