A finales de verano, las plantas ya han hecho todo su trabajo. Han producido semillas y las han esparcido para que encuentren nuevos lugares donde crecer.
Muchas plantas morirán ahora. Pero los árboles y otras plantas de vida más larga se preparan para el invierno. Han perdido sus hojas. El suelo se vuelve frío y duro. Dentro de poco ya no habrá agua para las raíces. Una vez más, deberán dormir hasta que la primavera vuelva.
También los animales se preparan para el invierno. Muchas aves e insectos se han ido a lugares más cálidos. Muchos de los animales que no cambian de sitio ya se han ido a dormir.
La tierra que fue verde se vuelve parda. Dentro de pocas semanas empezará a caer la nieve. El paisaje será blanco.
Es la noche de las flores…