Estos tubos que atraviesan países se llaman gasoductos y oleoductos y sirven para transportar gases o líquidos combustibles, como el metano y el petróleo, respectivamente. Entre los mayores oleoductos de Europa figura el que va desde Marsella, en Francia, hasta Karlsruhe, en Alemania, y desde aquí hasta Ingolstadt. También hay tuberías para petróleo o gas que van desde los pozos marinos del Golfo de México hasta las costas de Louisiana, en los Estados Unidos. Los tubos que conducen esos combustibles desde los yacimientos hasta los centros de consumo están enterrados a poca profundidad y son de acero. Cada cierto número de kilómetros según lo accidentado del terreno, unas estaciones de bombeo dan al petróleo o al gas el impulso necesario para proseguir su viaje. | |
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