Antes de partir un tren para un largo viaje, los mecánicos revisan la locomotora en el depósito o en la estación. Después, por medio de una plataforma giratoria, la colocan en la vía adecuada.
El jefe de la sección de tráfico sabe dónde se encuentran todos los trenes en muchos kilómetros a la redonda.
Decide el horario y la vía de salida, dónde deben detenerse y en qué sitio uno debe adelantar a otro. Mueve las palancas en el tablero de control para cambiar las señales a lo largo de la línea y acciona los desvíos para que los trenes vayan por la línea indicada.
El inspector de vías y obras se asegura de que estén en buenas condiciones.
Cuando las vías necesitan ser reparadas, una brigada de operarios hace este trabajo.