Los ilusionistas y prestidigitadores fingen aserrar una niña por la mitad. Pero en realidad no lo hacen. He aquí su truco.
La niña se mete en una caja larga. Le sale la cabeza por un extremo y un par de piernas sobresalen por el otro extremo. El ilusionista corta por la mitad la caja con una gran sierra. Cuando ha terminado, abre la caja y la niña sale otra vez, toda entera.
En realidad, en la caja hay dos niñas. Pero una está oculta y nunca se le ve la cara. La muchacha que tú ves entra en la caja y saca su cabeza por un extremo. La otra, que ha estado escondida todo el tiempo en la caja, saca sus piernas por el otro extremo. Cuando el ilusionista sierra la caja, lo que en realidad hace es aserrar entre las dos niñas. No corta, pues, a ninguna.
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