Cordones, lazos y cintas
Los hay de todas clases. Fabricados con distintas clases de materiales y más o menos agradables a la vista. Los hay de satén, terciopelo, rayón y seda y de colores variados. Trata de encontrar muchos de diferentes colores y materiales para tu colección.
Para clasificarlos, emplea hojas de cartón grueso. Forma un dibujo atractivo con los elementos coleccionados y clávalos Con alfileres. Después, enmarca el cartón con una cinta o cuerda gruesa.
Encajes y retales
Con pequeños retales de encaje y de tela puedes hacer una bonita colección. Utiliza para ella hojas de cartón o un álbum y cúbrelas con celofán.
Ordena los elementos de la colección según su medida, el color u otras características. También puedes colocarlos sobre terciopelo o tela oscura.
Emplea igualmente esos elementos para componer figuras e imágenes, o sea, los llamados collages. Un collage se guarda en un álbum o se expone a modo de cuadro, colgado de la pared.
Botones y hebillas
Con los botones y hebillas que encuentres en tu casa también puedes empezar una colección. Los botones y las hebillas son redondos, cuadrados, oblongos, coloreados, lisos, decorados, etc. Quizá sólo estés interesado en coleccionar un tipo de botón o hebilla: por ejemplo, los redondos.
Para exponer la colección, coloca los botones y las hebillas en cajas de fósforos pegadas a otra caja mayor. Pon todos los botones o las hebillas de un mismo color o forma en hojas distintas.
Frascos o botellas bonitos
Muchas de las cosas que tu madre compra vienen envasadas en frascos o botellas: guarda los que te parezcan más interesantes para formar una colección. Antes, lávalos bien y arranca las etiquetas. Puedes hacer dibujos en ellos o pegarles conchas o abalorios.
Ordena la colección en el alféizar de una ventana o en un estante para que todos la vean.
Hay muchas otras cosas bonitas para coleccionar: figurillas, loza, cristalería, abanicos, etc.