Los guardias de tráfico indican a los conductores cuándo deben detenerse, cuándo pueden pasar y cuándo está permitido girar.
Pero entre el ruido producido por los camiones, coches y autobuses, los conductores no podrían oír al guardia. De ahí que los guardias tengan que valerse de gestos con los brazos y las manos para dirigir el tráfico.
Los guardias de tráfico no son los únicos que emplean los brazos para “hablar”. Los conductores de coches y los que van en bicicleta hacen con los brazos diversos gestos que indican a otros conductores y a los transeúntes que cruzan la calle la maniobra que van a realizar.
Todo el que pasa por la calle, las aceras o las carreteras necesita saber, por razones de seguridad, el significado de estos signos.