Un león adulto es tan poderoso que se le conoce por el rey de la selva. Sin embargo, a pesar de que soy un niño, puedo hacer cosas que resultan imposibles para un león. Puedo pensar. Tengo imaginación. Puedo hacer cosas muy bonitas, y también cosas que no haría ningún animal. Soy una persona.
Yo veo con mis ojos el mundo en que vivo. Pero hay otro mundo que sólo puedo ver con los ojos de la mente. Yó puedo usar mis manos o mi voz para compartir mi mundo, real o imaginario, con mi familia o mis amigos. Puedo dibujar, escribir poesías, contar cuentos, hacer estatuas.
Nadie puede ver con mis ojos, pensar con mi mente, hacer cosas con mis manos. Por eso cada cosa que yo hago es especial.
Al crecer yo, crece también mi mundo. Veo más cosas. Aprendo nuevas maneras de enseñar y decir lo que soy capaz de hacer.
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