Durante el día el sol calienta el cuerpo del lagarto. Cuando está demasiado caliente, se tiende a la sombra de una roca para que su cuerpo se enfríe un poco. Luego vuelve a salir al sol.
Iguana de dedos de fleco |
Los lagartos y otros reptiles tienen la sangre fría. Su cuerpo se pone frío o caliente según el aire que los rodea. Si su cuerpo se enfría, los reptiles no pueden moverse bien. Y si se calienta demasiado, se mueren. Por eso los reptiles tienen que jugar al escondite con el sol. Cuando están calientes, corren hacia la sombra. Los caimanes, cocodrilos y tortugas se meten en el agua fría cuando están demasiado calientes.
Los reptiles que viven donde los inviernos son fríos se mueven con mayor lentitud a medida que llega el tiempo frío. En invierno se enroscan en los sitios más calientes que encuentran. Su cuerpo se enfría y se pone rígido. No pueden moverse. Cuando vuelve el tiempo cálido, los reptiles empiezan a moverse y hacen de nuevo una vida normal.