Imagínate una excavadora capaz de levantar tanta tierra como lo que pesa una ballena, quince elefantes, veintidós hipopótamos o noventa búfalos. Existen excavadoras como ésa. Son tan altas como una casa de varios pisos. Se emplean en las minas de carbón para extraer el mineral que se encuentra bajo la superficie del suelo. Poderosos motores zumban y rugen, mientras la gran pala de acero va sacando de un solo golpe toneladas de tierra cada vez. La excavadora sigue trabajando hasta sacar toda la tierra y las rocas que cubren el carbón. Entonces, los mineros lo extraen y lo colocan en máquinas que lo limpian y clasifican. En ese momento, el carbón ya está dispuesto para ser quemado en la caldera, la estufa o las locomotoras. |
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