Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera.
Yo conocí, siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento chispeaban las candelas y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas.
Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera.
Antonio Machado