Montañas heladas
y soberbios riscos,
antiguas encinas
y robustos pinos,
dad paso a las aguas
en arroyos limpios
que a los valles bajan
de los hielos fríos.
Canten ruiseñores
y con dulces silbos
sus amores cuenten
a estos verdes mirtos.
Fabriquen las aves
con nuevo artificio
para sus hijuelos
amorosos nidos.