¡Cómo canta el ruiseñor en verano!
¡Siempre más allá! ¡Allá!
¡Cómo calla en el invierno cuando todo le falta!
¡Ay, ay, ay!
Nunca veo al ruiseñor pero siempre oigo su voz. ¿Fue ayer? ¿Fue hoy?
¡Ah, cuando canta en el bosque! ¡Ah, si es de noche, plata entre robles!
Calla, calla, ruiseñor, que si no te cazarán.
¡Ay, salva tu libertad!
No te lamentes. No cantes. Ocúltate en el zarzal.
Sé secreto. Vive en paz.
Flor con voz, volante flor,
silbo alado, voz pintada,
lira de pluma animada
y ramillete cantor;
di, átomo volador,
florido acento de pluma,
bella organizada suma
de lo hermoso y lo suave,
¿cómo cabe en sola un ave
cuánto el contrapunto suma?
Francisco de Quevedo
Flor que cantas, flor que vuelas y tienes por facistol el laurel, ¿ para qué al sol, con tan sonoras cautelas, le madrugas y desvelas ? Dígasme,
dulce jilguero: ¿por qué?
Francisco de Quevedo