—He llegado. —Ya vuelvo. —Te vengo a ver.
—No me esperes. —Mañana te abrazaré.
Uno, dos, tres, uno, dos, tres, los palos del telégrafo junto a mi tren.
Celia Viñas
Uno, dos, tres, otra vez
los palos del telégrafo junto a mi tren.
Uno, dos, tres, uno, dos, tres.
¡ Cómo me gusta irme para volver!
Telegramas azules pondré después.
Norte, sur, este, oeste, uno, dos, tres.