En el fondo del mar hay una casa de cristal.
A una avenida de madréporas da.
Un gran pez de oro, a las cinco, me viene a saludar.
Me trae un rojo ramo de flores de coral.
Duermo en una cama un poco más azul que el mar.
Un pulpo me hace guiños a través del cristal.
En el bosque verde que me circunda —din don… din dan— se balancean y cantan las sirenas de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza arden, en el crepúsculo, las erizadas puntas del mar.
Alfonsina Storni
Muchas, muchísimas gracias por este inmenso trabajo. Casi creía perdidos estos recuerdos que fueron fundamentales no solo en mi infancia, sino tambien en la de mis hijos. Y viendo tanto material y buena voluntad, querria ver si unos pocos versos que rondan por mi memoria, me podrían hacer recuperar una romanza muy cercana a mis afectos. Una historia de amor entre un pistolero o bandolero, y la hija del mesonero, que se encontraban bien entrada la noche, cuando el camino parecía una cinta de plata bajo la luz de la luna. Una historia rimada y trágica. Isabel se llamaba la amante, fue capturada como rehen para poder prender al bandolero. «Amor, amor, si no volviste al alba, no vuelvas puesto el sol, si no quieres que al punto esta arma, me hiera en la mitad del corazón» Isabel, que oia llegar a su amante, atada a un arma larga que le apuntaba al pecho, disparó para advertirle. Una historia que repetia mil veces, pero no tome nota del autor. Quiera Dios que lo tengan a mano. Estaba en el tomo II de El Mundo de los Niños de los años 1963 mas o menos. Los amo. Ya he mandado links de este trabajo a hijos y nietos, porque todos fueron criados con esta poesia y estos cuentos. Mil gracias amigos, soy feliz. Mi e-mail es isacad10@yahoo.com.ar