
Hace muchísimo tiempo, un rey llamado Salomón gobernaba en Israel. Salomón era muy rico y sabio. Construyó un templo de oro en Jerusalén, y aún hoy nadie sabe con seguridad de dónde procedía el oro empleado en la construcción. Desde entonces, mucha gente ha buscado el lugar de donde Salomón lo sacaba.
Mucho tiempo después de la muerte de ese rey, el explorador español Alvaro de Mendaña de Neyra descubrió un grupo de islas en el océano Pacífico. Creía que había encontrado el lugar de donde Salomón sacaba su oro y por esto les puso el nombre de islas Salomón.
Estas islas se hallan situadas cerca de Australia, y en ellas se han encontrado algunos yacimientos de oro. Pero el oro de Salomón no procedía de ellas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las Salomón se hicieron famosas porque fueron el escenario de enconadas batallas. Una de las más duras fue la de la isla de Guadalcanal.
