Hace años, cuando no era tan fácil como hoy viajar a lugares lejanos, los productores de cine tenían muchos problemas. Imagínate que proyectaran rodar un filme sobre Egipto.
Para que la acción pareciera que se desarrollaba allí, les era preciso conseguir una copia del ambiente.
El decorado resultaba costoso y requería mucho tiempo. Pero no había otra solución: si deseaban un escenario egipcio tenían que construirlo.
Hoy, cuando los productores quieren realizar una película sobre Egipto van allí con todo el equipo, en lugar de construir un decorado. El viaje en aviones a reacción sólo dura unas horas y los gastos son mucho menores. Cuando el equipo entero se traslada al lugar donde está ambientado el filme, se dice que van a “rodar en escenarios naturales”.