Uno de los grandes problemas de los soldados en una guerra consiste en trasladarse de un lugar a otro sin que los vea el enemigo.
No puedes permanecer escondido siempre en una trinchera, sino que tienes que trasladarte de una posición de batalla a otra.
Por esto, mientras te desplazas tienes que utilizar algún truco para camuflarte. Los soldados que luchan en territorio cubierto de nieve emplean vestidos blancos.
Para el enemigo es muy difícil ver a un soldado con uniforme blanco que se mueva sobre la nieve también blanca.
Los soldados que combaten en la selva visten uniformes verdosos con manchas amarillas y pardas. Además, cubren sus cascos con ramas y hojas.
Cuando el enemigo mira alrededor, todo lo que ve es selva verde, árboles y matorrales y manchas de luz y barro, aunque su mirada se dirija a un soldado.
Se dice que algo está “camuflado” cuando permanece escondido y haciéndose semejante al ambiente que lo rodea.
“Camuflaje” viene de una palabra francesa que significa disfrazarse, crear una ficción.
El camuflaje, una ilusión óptica, te enseña que las cosas no son siempre lo que parecen ser.