No lejos de las calles más populosas de una de las ciudades más modernas del mundo es posible dar un extraordinario paso atrás en el tiempo.
Basta entrar en un antiguo monasterio que parece inmutable desde su remoto origen. Es como si te hubieras introducido en el túnel del tiempo. Pero, en realidad, no has hecho otra cosa que entrar en un museo.
En el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York existe la reproducción de un antiguo monasterio en el cual se exhiben muchos cuadros y estatuas. La mayoría de estas obras de arte son de tema religioso. Muchas de ellas adornaron antiguos monasterios.
Por esto, cuando la dirección del museo las reunió, mandó construir un monasterio para colocarlas en un ambiente adecuado.
Cuando hoy paseas por los claustros de ese monasterio es como si viajaras atrás-en el tiempo hasta el emplazamiento para el cual fueron creadas esas pinturas y estatuas.