Muchas máquinas automáticas de servicio público tienen una ranura en un lugar bien visible y al alcance de la mano. Por ella se introducen una o varias monedas, las cuales ponen en funcionamiento un mecanismo de esas máquinas que te proporciona algún servicio o un objeto.
También, si quieres hacer una llamada telefónica desde un teléfono público, tienes que introducir unas monedas en el lugar indicado y obtendrás la comunicación que deseas, después de haber marcado el número del otro teléfono al cual llamas.
En numerosos lugares de mucho tránsito, plazas, estaciones de Metro, etc., suele haber básculas a la disposición de quien quiera pesarse. Para saber su peso, uno tiene que desprenderse de una moneda que, introducida en la ranura, hace funcionar el mecanismo de la báscula.
En las lavanderías, las máquinas también suelen funcionar con monedas. Cuanto mayor sea el peso de la ropa que hay que lavar, mayor número de monedas habrá que introducir en la ranura correspondiente.
En muchas otras partes hay otros aparatos automáticos con ranura para monedas. Tú obtienes en ellos caramelos y chicles. Tu padre, tabaco y cerillas. Tu madre, unas medias de recambio por si se le rompen las que lleva puestas. Y todos, un café o una bebida refrescante en un momento de cansancio.