El director de los programas de televisión tiene que asegurarse de que un programa dura el tiempo previsto, ya se trate de un noticiario de cinco minutos, ya de una comedia que se prolongue hora y media.
Para contribuir a la buena transmisión del programa, trabaja con él otro empleado, llamado ayudante.
Este actúa en el estudio, detrás de las cámaras, mientras que el director trabaja en la cabina de control, una habitación, aislada acústicamente, que comunica con el estudio.
Durante el ensayo, el director y el ayudante se hablan entre sí por medio de aparatos transmisores. Cuando se está transmitiendo el programa, el ayudante recibe instrucciones del director desde la cabina de control. Entonces, aquél dice a los actores lo que deben hacer por medio de gestos.
