Los antiguos griegos veían el diez como una figura con diez lados y diez vértices. Se llama decágono, que significa “diez esquinas”. Los griegos también veían el diez como un triángulo hecho de los primeros cuatro números: 1, 2, 3 y 4.
Para muchos pueblos antiguos, el diez representaba una especie de nuevo comienzo. En Babilonia, se celebraban unas fiestas de diez días de duración en honor de la primavera, que es el nuevo comienzo para todas las cosas que crecen.
En el sistema de contar, el diez es lugar de parada. Después del diez, se comienza de nuevo. Nuestra palabra once significa “diez y uno más”. Doce, “diez y dos más”. Trece,
“tres y diez”, y así sucesivamente. El diez es lugar de parada porque los hombre aprendieron a contar con los dedos, y sólo tenemos diez.
En astrología, pertenece a Capricornio.