
Porque soy muy feliz.
Hay una cosa que raras veces
me falta.
Nunca se me acaba.
Cuanto más la uso, más me
queda por usar.
Es algo que me gusta
compartir.
Siempre la llevo conmigo,
por muy lejos que vaya.
¿Qué es? ¿Lo sabes?
¡Es la risa!


del mercado.
Puede entrar en casa si le abro
la puerta. ¿ Lo haré ?

Mi felicidad la tengo por dentro,
yo lo sé. Hasta ahora no me río, pero
pronto lo haré. Porque mi padre
sabe hacer rugir a los dragones,
silbar a los pájaros y gruñir a los oíos.

Cuando me ponga a hablar no habrá
quien me pare.

Vino a ver la clase:
mi pupitre,
mis dibujos,
y ¡a mí!