A pesar de ser muy pequeño, sabía ya muchas cosas acerca de mi mundo. Cada día, mis cinco sentidos me ayudaron a conocer alguna cosa nueva.
El círculo de mi mundo es mayor cada día. Pero yo siempre estoy en el centro del círculo. Cada vez que me muevo, se mueve el círculo. Yo me puedo mover por encima, por debajo y por el interior de la tierra. Los astronautas pueden ir fuera de la tierra. Algún día puede que yo también vuele por el espacio.
Mientras yo viva, me mueva y use mis cinco sentidos, mi mundo seguirá creciendo.
Mis cinco sentidos son la defensa de mi cuerpo. Ellos me previenen de los peligros. Ellos me ayudan a aprender cosas de mi mundo.
Mi cerebro guarda los conocimientos que me proporcionan mis sentidos. Yo recuerdo las cosas que son peligrosas. Y también recuerdo las cosas que me hacen sentir feliz o desgraciado.
Yo sé que el limón es ácido y que el azúcar es dulce porque lo he probado. Una vez cogí una rosa. Me pinché en el dedo con una espina. Me dolió mucho, y la siguiente vez que cogí una rosa fui con cuidado.
Yo tengo cinco sentidos y un cerebro. Ellos me protegen y me ayudan a conocer mi mundo. Si aprendo a utilizarlos bien, mi mundo será cada vez mayor.
Crecí y continué utilizando mis cinco sentidos para aprender. Cuanto más crecía, tanto más grande era mi mundo.
Pruebo las cosas
Pruebo las cosas