Los perros ladran. Las abejas zumban. Las gallinas cacarean. Pero como yo soy una persona, hablo.
Mi mente y mi cuerpo trabajan juntos, y aprendo a usar las palabras que las demás personas pueden comprender. Aprendo a poner las palabras ordenadas formando frases para que las personas comprendan lo que les quiero decir.
Yo también escucho lo que me dicen las demás personas. Como escucho, comprendo lo que la gente me dice.
Yo hablo y escucho a mi manera. Y siempre deseo que la gente entienda lo que digo.
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