Mi piel es uno de los órganos de mi cuerpo. Algunas sustancias son expulsadas de mi cuerpo a través de la piel cuando sudo. Mi piel mantiene mi cuerpo a una temperatura constante.
La piel siempre es resistente, pero en algunos lugares lo es más que en otros. La piel más resistente es la de las plantas de mis pies.
En algunos lugares mi piel es muy gruesa, mientras que en otros es muy delgada. La piel más gruesa es la de mi espalda. La piel más delgada se encuentra en mis párpados.
Toda la piel, incluso la más delgada, está formada por dos capas. La superior recibe el nombre de epidermis. La inferior se llama dermis.
Toda la piel, por muy delgada que sea, contiene pequeñas venas y arterias llenas de sangre; nervios que me hacen sentir el frío, el calor o el dolor, y glándulas que producen sudor o grasa. En algunos lugares de mi piel también hay cabellos. Los cabellos crecen en unos pequeños agujeros denominados folículos pilosos.
Yo puedo ver mi piel, pero no puedo ver todas las cosas que hay debajo de ella. No puedo ver los músculos ni los huesos ni los nervios ni los órganos que hacen que mi cuerpo trabaje.
Como no puedo ver todas esas cosas, tendré que mirar dibujos que las representen.