Cada niño es un ser individual. Crece y se desarrolla de una manera determinada. Dos niños en la misma familia pueden desarrollarse de forma diferente. Uno puede andar a los nueve meses y el otro quizá dará el primer paso el día en que cumpla un año. Generalmente el crecimiento y el desarrollo de un niño puede preverse. En la página de crecimiento se trata este tema más ampliamente.
1 ° y 2° mes
Como regla general el recién nacido pesa de 3,5 a 4 kg y mide 50 cm.
Aunque parezca extraño, el desarrollo del niño empieza con una pérdida de peso. En los tres o cuatro primeros días puede perder el 10 % de su peso. Esto ocurre porque emite más líquido del que toma con el alimento. No debe ser motivo de preocupación puesto que suele recuperar su peso inicial hacia el final de la segunda semana. Durante las primeras semanas de su vida el niño no hace más que comer, dormir y llorar cuando está hambriento, húmedo o incómodo. Cuando duerme su respiración es muy irregular, a veces rápida y ruidosa, y en otras ocasiones sosegada. El recién nacido respira por la nariz y le es casi imposible hacerlo por la boca, por esta razón es capaz de succionar el alimento y al mismo tiempo respirar sin que sea necesario sacarle el biberón de la boca.
El recién nacido generalmente mantiene las manos contraídas y cerca de la cara. Al ser levantado estira manos y piernas y efectúa movimientos espasmódicos. A veces le tiemblan las manos y la barbilla. Estos movimientos desaparecen al cabo de unas semanas.
A veces el recién nacido se remueve en la cuna y cuando está boca arriba agita las piernas. En ocasiones cuando se le sostiene erguido sobre las piernas, da algunos pasos.
Los niños poseen al nacer determinados movimientos reflejos. El movimiento de otra persona puede hacerles mover brazos y piernas, ser causa de un temblor en la barbilla o de que lancen ligeros gritos. Si se les pone un dedo en la palma de la mano, la cierran apretando con fuerza, pero al cabo de un instante lo sueltan. El roce suave de un dedo o el pezón de la madre bastan para que el niño vuelva la cabeza y empiece a succionar.
Durante el primer mes, el recién nacido no sostiene la cabeza. Al levantarlo conviene colocarle una mano en la nuca para sujetársela. Al terminar el segundo mes la cabeza todavía oscila cuando se le mantiene en posición vertical pero ya empieza a mantenerse erguida. Durante el segundo mes controla mejor sus movimientos. Apoyado sobre una superficie plana levanta la cabeza varios centímetros y la mantiene así durante un período de tiempo cada vez mayor.
Ya durante el primer mes el sonido de un timbre puede llamar su atención. Al cumplir el segundo, normalmente cesa de llorar cuando la madre se dirige a él, aun cuando esté húmedo, hambriento e incómodo. A las seis semanas sonríe por primera vez, generalmente como respuesta a unas palabras de la madre. Más tarde sonríe al oír voces agradables y ver caras familiares.
3.er y 4.° mes
Aunque no puede todavía alcanzar y coger los objetos, cada vez mueve los brazos con mayor facilidad. Sus manos ya no son puñitos apretados. Ahora pueden sostener los objetos que se colocan en ellas y hacia los cuatro meses ya podrá sostener y sacudir un sonajero.
A los tres meses pasará mucho rato mirándose las manos y observando el movimiento de sus propios dedos. El niño juega con sus manos como si fueran juguetes. Hacia el cuarto mes ya junta las manos y al finalizarlo chupa activamente el pulgar.
Al empezar el tercer mes el recién nacido levanta la cabeza y es capaz de sostener su propio peso con los antebrazos. Al finalizar el cuarto, puede levantar el pecho y mantener en alto la cabeza. Probablemente ya podrá dar alguna vuelta sobre sí mismo; por esto no es aconsejable dejarlo sobre una cama o alguna otra superficie de la que pueda resbalar.
Al finalizar el cuarto mes, el recién nacido es capaz de enfocar un objeto con los ojos y seguirlo en una semicircunferencia de 180°. También sigue con la vista objetos que él mismo sostiene y si la mantienen fija durante mucho tiempo quizás sus ojos bizqueen. No hay que preocuparse a menos que los mantenga fijos durante mucho tiempo.
También empieza a imitar los sonidos e intenta contestar a su interlocutor. Es el comienzo del lenguaje.
Cuando tiene cuatro meses, a veces ríe a carcajadas. La primera vez que lo haga el sonido puede sorprenderlo, asustarlo y hasta hacerle llorar. Pero pronto se acostumbra y ríe cuando le hablan o sonríen amablemente. También empieza a darse cuenta de cuando le van a alimentar; entonces suele mover piernas y brazos con excitación y hace movimientos con la boca como si succionase.
5.° y 6.° mes
El recién nacido está muy ocupado explorando su propio cuerpo y todos los objetos que lo rodean. Todo se lo lleva a la boca, no sólo el pulgar y las manos, sino también los juguetes, los dedos de los pies, los sonajeros y las cintas de su ropa. Es natural que babee mucho.
A esta edad empieza a adquirir la habilidad de pasar un objeto de una mano a otra. Suele asir el objeto con la mano, lo acerca a la otra y entonces lo coge con ella.
Si se le pone boca arriba, da la vuelta y se pone en la posición adecuada para gatear. En esta posición también intenta sentarse levantando la cabeza y los hombros y lo logra si alguien le ayuda cogiéndole las manos. Si halla un lugar adecuado para apoyarse, puede permanecer una media hora en esta posición. Algunos niños de carácter tranquilo, especialmente si son robustos, suelen permanecer echados hasta los 7 meses aproximadamente.
Cuando cumple los 6 meses puede sentir temor ante una cara extraña. En general esta reacción significa que el niño aprende a distinguir las personas conocidas de las extrañas.
Mes – Actividades
1-2 Levanta la cabeza estando apoyado sobre el estómago.
3-4 Levanta el pecho estando tendido sobre el estómago.
4 Cambia de posición: puesto boca abajo
da la vuelta hasta quedar de espaldas.
5 Cambia de posición: puesto de espaldas
queda apoyado sobre el estómago.
5- 6 Permanece sentado, si se le sostiene.
6- 7 Se pasa objetos de una mano a otra.
7- 8 Se arrastra y gatea.
9-10 Se levanta.
10-12 Anda.
12-1 5 Se sube a los muebles. Es capaz de pasar las hojas de un libro.
15-18 Corre. Come solo.
En general aprende estos movimientos sucesivamente y de acuerdo con este orden. En algunos casos la adquisición de una habilidad determinada depende de otras, por ejemplo, primero aprende a coger los objetos y luego los cambia de mano. Sin embargo a veces no sucede así; aunque la mayoría de los niños se arrastran y gatean antes de andar, otros no pasan esta fase. Cada niño es diferente. Ni siquiera dos miembros de una misma familia se desarrollan siguiendo el mismo proceso.
Una de las mayores alegrías de la paternidad es la salida del primer diente. Precedida y seguida por semanas de un intenso babeo, proporciona a los padres una sensación de orgullo similar a la producida por los primeros pasos del niño.
El primer diente por norma general rompe la encía cuando el niño tiene 6 ó 7 meses, pero no es necesario preocuparse si no sale hasta algunos meses después. Como oirán los padres una y otra vez, cada recién nacido es un individuo que reacciona de modo diferente. (El tema del primer diente es tratado más extensamente en la guia médica).
Etapas importantes en el desarrollo de las capacidades motrices del niño
7.° y 8.° mes
A esta edad, el niño ya se mueve con soltura dentro de su propio ambiente, no sólo con sus manos, sino con todo su cuerpo. Es capaz de sentarse, echarse y volverse a sentar. Gatea apoyándose en el estómago y hacia los 8 meses ya gatea de rodillas. Puede soportar su propio peso apoyándose en la barandilla de la cuna o del parque y es posible que comience a levantarse sin ayuda.
Ahora empezará a mostrar su habilidad asiendo objetos pequeños con el índice y el pulgar. Y también emplea ambas manos, por ejemplo, comiendo pan con una mano y golpeando la taza o plato con la otra.
Del 9.° al 12.° mes
A esta edad la mayoría de los niños se levantan sin la ayuda de nadie. Sin embargo, al principio no suelen saber cómo volverse a sentar. Si se les ayuda, al cabo de unos instantes vuelven a ponerse de pie. Dar vueltas por una habitación apoyándose en los muebles, se transforma en una experiencia estimulante. La mayoría de los niños al cumplir un año, andan con ayuda e incluso sin ayuda de nadie.
Entonces aprenden a hacer muchas cosas con las manos y los dedos: arañar, señalar, tocar, alzar, retroceder, coger y dejar caer. Cosas tan sencillas como una cuchara, una cazuela o una sartén, pueden entretenerles durante horas. El niño se aficiona a dejar caer repetidamente desde su silla o su parque, juguetes, utensilios o comida. Naturalmente es muy molesto cuando tir¿ las papillas al suelo o un vaso se hace añicos. Pero es consolador saber que estos incidentes son parte del desarrollo normal del niño. Está aprendiendo que si tira algo caerá al suelo y también que esto es una forma de llamar la atención de sus padres.
Ahora ya emplea la cuchara durante la comida, pero más para chapotear en el plato que para alimentarse. También aprende a beber en taza aunque casi siempre se moja. Para evitar destrozos es útil usar tazas de plástico en lugar de cristal.
De los 12 a los 15 meses
En esta nueva etapa, el niño, posiblemente, comenzará a andar solo. Esto le proporcionará independencia y le permitirá explorar todo lo que le rodea. Sube y baja escaleras cogiendo la mano de otra persona. Pero no se da cuenta de los peligros que le rodean y por eso los padres deben vigilar sus desplazamientos.
Además de hacer todas estas cosas el niño a veces permanece sentado durante largos períodos de tiempo hojeando una revista o jugando. También le gusta ayudar a la persona que le está vistiendo aunque, sin saberlo, en realidad la estorba.
A esta edad algunos niños dejan de hablar casi totalmente para concentrarse en el desarrollo de otra habilidad. Parece como si no pudieran desempeñar dos actividades importantes a la vez.
Es ahora, también, cuando empieza a comprender las órdenes, en particular “no”. Generalmente, lo comprende tan bien que empieza a usar esta palabra para sus propios propósitos. Rechaza juguetes o comida que no le gustan. A veces se niega a dejar un juguete o un juego divertido cuando sus padres se lo indican. Sustituir una actividad por otra siempre resulta penoso.
De los 15 a los 18 meses
A esta edad la actividad motriz del niño alcanza un nivel tan elevado que ya empieza a correr en lugar de andar. A veces corre constantemente de una habitación a otra.
Las comidas resultan mucho más limpias porque controla mejor la cuchara. Ya sabe rayar el papel con un lápiz, y si no se le vigila es capaz de hacerlo en el suelo o en la pared. Se divierte mucho construyendo y derribando castillos de dados grandes de cartón o madera. Hacia los 18 meses ya es posible saber si es zurdo o diestro. Sin embargo hasta los dos años no existe una seguridad absoluta.
Un niño de 15 meses se divierte extraordinariamente vaciando botellas o cajas y puede también practicar su habilidad con papeleras y botellas. Es necesario asegurarse de que las medicinas y productos de limpieza que pueden ser venenos potenciales están fuera de su alcance. Los armarios de la cocina pueden cerrarse fácilmente con un pestillo. Si en un armario hay barreños, jarras de plástico, cestas y botes, es mejor dejarlo abierto para que juegue. Esto le apartará del armario cerrado.
A los 18 meses, generalmente ya conoce los nombres de muchos objetos de la casa y aunque no los llame por su nombre, comprende su significado y asocia las palabras con las imágenes de los objetos o con los objetos mismos.
Durante estos meses, el niño se debate entre la dependencia e independencia. Explora el mundo a su alrededor, subiendo, andando, abriendo puertas y tratando de vestirse y de comer solo. Pero es todavía un niño muy pequeño que no sabe bajar las escaleras que ha subido, que debe ser alimentado debidamente, protegido de posibles accidentes y arrullado con mimo cuando se daña una rodilla.