Las paredes de muchas cavernas son de piedra caliza y el agua que se filtra por ellas contiene pequeñas partículas de caliza.
Antes de caer, las gotas dejan en el techo un poco de la caliza que llevan.
Así, gota a gota, año tras año, la caliza se acumula en el mismo lugar del techo, y al cabo de mucho tiempo forma agujas colgantes que se llaman estalactitas.
Al caer al suelo, las mismas gotas que han formado las estalactitas depositan las partículas de caliza que aún quedan en ellas.
Así, gota a gota, año tras año, la caliza se acumula en el mismo lugar del suelo, y al cabo de mucho tiempo forma pequeñas columnas que se llaman estalagmitas.
A veces, las estalactitas que penden del techo se juntan con las estalagmitas que surgen del suelo y forman un solo bloque de caliza, una columna de piedra en medio de la gruta.
Grutas de Manacor, en Mallorca, iluminadas con luces de colores