Los ríos excavan, cortan y desmenuzan la tierra por donde pasan formando un gran lecho.
Cuando este lecho está hecho de rocas duras, el agua tarda mucho en desgastarlo.
Cuando el lecho está hecho de arena, barro, arcilla y rocas blandas, el agua lo desgasta rápidamente.
Poco a poco, las aguas del río arrastran las partes blandas de su lecho y forman una cascada por la que se precipitan las aguas.
Al caer, el río hace cada vez más grande su cascada.
A veces, el agua que cae tiene tanta fuerza que puede mover grandes generadores que producen electricidad para dar luz a toda una ciudad.