Imagínate un desierto que tenga la arena y las rocas
azules,
amarillas,
anaranjadas,
rojas
o color púrpura;
un desierto con montañas achatadas, agujas de piedra y valles profundos.
Ése es el aspecto que tienen el Desierto Pintado de Arizona y algunos desiertos de Africa y Asia.
¿Por qué son de colores estos desiertos? Porque están formados de rocas de arenisca y de cenizas de colores, residuos de algún volcán apagado.
La ceniza se endureció y se convirtió en roca.
El viento y la lluvia cortaron y desmenuzaron las rocas de colores.
Los colores del Desierto Pintado de Arizona
cambian durante el día,
según la posición del sol en el cielo.
A veces aparece
como un paisaje claro y brillante.
A veces, oscuro y tenebroso.